Me gusta mi pueblo
Una balsa como el mar, con agua dulce. Un paisaje precioso rodeado de árboles y con mucha sombra. Un mirador donde las lanchas de recreo compiten surcando las aguas velozmente. El rincón que tenemos en Orellana y por la cara noroeste de la sierra a socuello del Cerro de la Herrería. Un ambiente tranquilo. Un pueblo a poca distancia.
Con gente
agradable y acogedora. Una cascada de seis compuertas que es una maravilla. Yo
os invito a todos los que no lo conocéis a que vengáis una temporada a saborear
este lugar. Aquí encontraréis fruta de todas clases, jamones y chorizo
extremeños. Todo en cualquier comercio del pueblo y a precios económicos.
Melones de cosecha que compiten con los de Villaconejos.
Un
sitio donde respiramos aire limpio y una atmósfera sana. Sólo me queda decir
que la playa de Orellana a orillas del Guadiana es de los rincones más bellos
del mundo con la primera playa interior de bandera azul. Y una juventud que
dejó una mala costumbre y la cambió por el arte de engalanar con palmeras las
ventanas de las muchachas jóvenes. Esta idea surgió de policía local, que
aconsejaron a los jóvenes en la noche del sábado de resurrección para que
preparasen el encuentro y adornasen las puertas.
Me gustaría que los niños no se despertasen soliviantados por el rugido del terrorismo o la guerra, sino que les despertase el canto de la golondrina.
Os
invito a que vengáis a conocer Orellana donde veréis un hermoso en embales
sobre el Guadiana con aguas cristalinas y frescas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario